No sé en qué se parecen las motos a la vida, pero seguro que invitan a disfrutar y a sentirnos en familia y pueden ser una disculpa más para que nos encontremos y disfrutemos con gente nueva.
Durante este curso, desde Pastoral nos han invitado a tener una misión: ¡Ponerse en marcha! Y tomándolo al pie de la letra, un grupo de profesores, antiguos alumnos, salesianos cooperadores y amigos de la familia salesiana, con sensibilidad motera, han realizado el primer encuentro de motos en Mohernando, Guadalajara, en la casa de espiritualidad que allí tienen los Salesianos.
El organizador del evento, Javier Lucas, profesor de Salesianos Burgos, tenía claro que debía celebrarse en torno a la fiesta de María Auxiliadora. Ella ha sido la disculpa para que 25 personas, procedentes de diferentes partes de la Inspectoría Santiago el Mayor, (Palencia, Madrid y Burgos) se hayan juntado este fin de semana. Entre las actividades programadas, hubo una ruta por la sierra del Rincón y los pueblos negros, una cena compartida con viandas típicas de cada lugar y la bendición de las motos y moteros en el colegio de Salesianos de Guadalajara.
Agradecemos a los organizadores y a los anfitriones de las casas de Guadalajara su acogida y las facilidades para encontrarnos allí. Los que tenemos corazón salesiano sabemos lo importante de eso que llamamos “espíritu de familia”. Nos hace sentirnos bien, nos ayuda a vincularnos y a que la familia crezca y crezca. Seguro que habrá más encuentros moteros y que María Auxiliadora los siga bendiciendo.